

Ibamos ya listos con vasos para acarrear agua y con ellos formar blocks de arena para hacer castillos, nos descalzamos y caminamos
sobre la arena suave, enterramos nuestras piernas con arena y Samuel corrió y jugó con los juegos de madera que hay ahí. Samuel me reptitió en varias ocasiones que qué buena idea tuve de llevarlo ahí, el se divirtió mucho y para mi fué muy buen relax, claro que al consultorio llegamos todos "polveados". De regreso a casa tomamos un refrigerio y a seguir disfrutando un rato más de nuestro hermoso Parque Lerdo.
